En medio de la última rendición de cuentas del periodo de gobierno, el Poder Ejecutivo y Cabildo Abierto se encuentran en una nueva pulseada.
Esta vez, la excusa no son las viviendas otorgadas de manera discrecional ni la gestión que hace el Ministro Heber de la seguridad. Esta vez la excusa es el salario de los funcionarios más postergados de la administración pública, el personal de las Fuerzas Armadas.
La realidad encuentra al 32% del personal militar con al menos una necesidad básica insatisfecha y al 18,5% del personal subalterno pasando frío durante este invierno al no contar con medios de calefacción en sus hogares, el doble que en el total de los uruguayos. Pese a esto, el ministro García llegó a esta rendición de cuentas redirigiendo recursos asignados al salario del soldado, utilizándolos en la mejora salarial de los controladores aéreos.
Esta situación fue utilizada por Cabildo Abierto para aparecer ante la opinión pública pidiendo un aumento algo menor a los mil pesos para el personal de las Fuerzas Armadas, lo que contaría con el apoyo del Frente Amplio en el caso del personal subalterno.
Luego de votar una reforma jubilatoria que en los estamentos militares es más dura con el personal de los escalafones más bajos, Cabildo Abierto parece ahora retirar del foco mediático su búsqueda por liberar a los terroristas de Estado y centrarlo en las necesidades del soldado, en el mismo momento que nos acercamos al período electoral y múltiples encuestas le otorgan una intención de voto cercana al 2%.
En las pasadas elecciones, durante la veda electoral circuló un video del actual Senador Manini Ríos llamando a los soldados a no creer en el Frente Amplio y contestarle que ya lo conocían.
Lo que estas encuestas parecen mostrar es que a quien los soldados no le creen y le contestan que ya lo conocen, es al propio Manini Ríos.
Escribe Valentin Enriquez. Integrante de Fuerza Renovadora y miembro del nodo de Defensa.