PROPUESTA DE PAÍS
Qué queremos y qué proponemos para el FA
Somos profundamente defensores de la libertad con responsabilidad y de la democracia. Por eso nos exigimos militar por la tolerancia, el respeto y el debate fraterno de ideas, para fortalecer la unidad en la diversidad del Frente Amplio, concebido desde su origen como coalición y movimiento.
1. Renovación y Paridad. Rejuvenecer y feminizar los elencos de dirección. Hacer posible la paridad de género en todos los cargos de designación directa en los tres niveles de gobierno; ejecutivo Nacional, departamental y municipal.
2. Un frenteamplista un voto. Promover una representatividad que refleje el paradigma de un frenteamplista, un voto, incluyendo en la estructura orgánica la representación de los convencionales electos por voto popular no obligatorio. Convocar a plebiscito de adherentes en todos los temas de importancia estratégica para el Frente Amplio, mecanismo ya previsto en los estatutos.
3. Renovación. Propiciar una actualización del contrato frenteamplista con la sociedad que promueva más y mejor calidad política, garantizando mayor participación en todas las áreas y procesos de funcionamiento interno y externo. Transitamos una etapa de cambios históricos en la humanidad que exige al FA renovación programática, de los elencos de liderazgo y de las modalidades de inserción en la comunidad. Esta renovación nos demanda mirar y escuchar más a la sociedad y menos nuestros intereses sesgados por perfilismos sectoriales que dificultan los debates y la resolución oportuna de temas importantes para el país.
4. Ética de la responsabilidad. Realizar cambios globales en la forma en que se accede a los cargos de gobierno, integrando en la valoración de cada designación: compromiso y adhesión al proyecto frenteamplista, capacitación técnica, política y de gestión. Hacer públicas las declaraciones juradas de bienes antes, durante y después de acceder a cualquier cargo. Ponerse voluntariamente a disposición de la Justicia, la Jutep y el Tribunal de Conducta Política en cada oportunidad que se cuestione la ética o legalidad de las acciones desarrolladas en el ejercicio del cargo. Disponer que las bancas parlamentarias a nivel nacional y departamental, pertenecen al partido y a los sectores y no a las personas.
5. Transparencia. Transparentar tanto la información como los fundamentos de la toma de decisiones. Adoptar como práctica habitual la rendición de cuentas regular y pública.
Lo que queremos y proponemos para el país
Contribuir a lograr un país donde no exista pobreza, donde todas las personas puedan acceder a una educación y salud de calidad, seguridad pública, vivienda digna, empleo, y convivir en un medio ambiente sano donde sea posible alcanzar bienestar con equidad.
Alcanzar un alto estándar de calidad en la gestión del Estado que nos coloque entre los países cuyas sociedades gozan de mayores niveles de bienestar, equidad, libertad y democracia. Desarrollar una visión superadora de las fracasadas versiones del capitalismo librado a las fuerzas del mercado y del socialismo exclusivamente estatista. Promover la convivencia social centrada en las personas y su hábitat, con respeto a la diversidad individual, grupal y familiar, sin explotación ni discriminación, apoyada en el conocimiento y la educación, y fundada en comunidades donde prime el cuidado colectivo y del ambiente.
Valoramos los sustanciales logros alcanzados en los tres gobiernos del FA, asumiendo también que cometimos errores, que tenemos temas pendientes y nuevos desafíos por resolver.
Un mérito histórico del FA ha sido lograr 15 años de crecimiento inclusivo en un clima de estabilidad política y social ejemplar. Uruguay es el único país de América del Sur con democracia plena y ocupa el lugar 15 en el ranking mundial. Entre muchos logros, Uruguay también ha sido el primero en lograr la universalización de la conectividad virtual de niños, niñas y jóvenes a través del Plan Ceibal. Se han ampliado los derechos de las minorías eternamente postergadas y se ha combatido la discriminación de la mujer, de la población afrodescendiente, de las personas con discapacidad y de las con diversa orientación sexual e identidad de género.
Propuestas país
Subsisten cuestiones sin resolver y nuevos desafíos que interpelan al país porque ha habido errores y todavía persisten problemas que la realidad que ayudamos a cambiar ha develado. Para ambos conjuntos se requiere articular políticas de estado integrales con participación de todos los actores de cada proceso, junto a una nueva concepción de las políticas públicas donde prime la transversalidad sistémica en torno a proyectos y programas a mediano y largo plazo. Priorizamos articular medidas que impacten simultáneamente los principales objetivos a lograr que están concatenados.
Es necesario disminuir el déficit fiscal gradualmente con crecimiento y dinamismo económico y reformando la seguridad social, especialmente recortando los injustificados beneficios de la oficialidad en la Caja Militar; mejorar la cantidad y calidad del empleo; dar fuerte impulso y estímulos diferenciales a la creación de nuevas fuentes de trabajo joven vinculado a las empresas del software y las aplicaciones virtuales. No se trata de utilizar pasivamente las novedades técnicas sino adaptar, crear e innovar con empoderamiento social, en función de objetivos éticos que busquen el bien común. La inevitable inserción en el mundo, el
enfriamiento global del comercio y la economía, la crisis de los grandes vecinos y los disruptivos cambios tecnológicos que afectan al mundo del trabajo generan incertidumbres que superaremos con nuevos sistemas de protección y, sobretodo, con mecanismos ágiles de recapacitación y formación que habiliten una rápida reinserción en las nuevas realidades laborales.
Combatir la inseguridad pública de forma integral profundizando las intervenciones transversales y en red en todos aquellos barrios y localidades del país tomados por el narcotráfico. Reprimir con firmeza el delito debe estar acompañado de una nueva política carcelaria que efectivamente apunte a la rehabilitación y especialmente a la reinserción social y laboral – en muchos casos verdadera habilitación e inserción que nunca antes hubo-, para disminuir sensiblemente los índices de reincidencia.
La fragmentación social y territorial es uno de los dramas más profundos de nuestra sociedad. Sin una política pública integral que aborde el trabajo, la educación, la seguridad, la salud y, con especial énfasis, la vivienda, mantendremos una parte de nuestra gente en condiciones inhumanas de vida, y eso implica mantener también una fuente permanente de violencia y conflicto social.
Proponer ley de desarme civil de armas de fuego con poder letal, tomando como referencia el modelo implementado en Nueva Zelanda. Aumentar las penas y multas al porte ilegal de armas de fuego, destinando recaudación resultante al fondo de reparación a víctimas del delito.
Desarticular la ya instalada fragmentación social implica repensar y transformar la educación. Necesitamos universalizar una educación de calidad y que la enseñanza pública vuelva a ser orgullo nacional y vanguardia en el continente. Para construir una sociedad del conocimiento se necesita una educación de primera. Hay muchos avances en la dirección correcta pero no logramos liderar políticamente una reforma inclusiva y efectiva que nos garantice que el 100% de la juventud culmine al menos el Ciclo Básico de Secundaria. Esto debe acompañarse con un significativo desarrollo e inversión en ciencia, tecnología e innovación.
Desarrollar una educación de primera con igualdad de oportunidades, sentará las bases para adaptarnos proactivamente a los nuevos retos globales del mercado laboral; desarticular la fragmentación social y disminuir la tentación de elegir la actividad delictiva como forma de vida.
El pensamiento computacional desde la más temprana edad, la programación y la robótica, los proyectos multidisciplinarios colectivos, deben formar parte del segundo ciclo. La libertad para encontrar nuevas formas de enseñar debe ser consustancial a la práctica docente, apoyada por todo el sistema educativo y evaluada por él. Una educación en valores y capacidades para el siglo XXI obliga a un salto cualitativo que no admite demoras, con la participación del conjunto de la sociedad.
Son necesarias políticas de Estado de ancha base política y social para resolver problemas clave como el déficit fiscal, la seguridad social, la educación de calidad, la seguridad ciudadana, las inequidades sociales, el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. También para dotar al país de unas Fuerzas Armadas modernas, profesionales, desligadas definitivamente de la terrible etapa de la dictadura. El compromiso con los desaparecidos, por Verdad y Justicia es, para Fuerza Renovadora, irrenunciable, y seguiremos recorriendo todos los caminos para avanzar en su concreción.
Nuestras propuestas contrastan sustancialmente con las de la oposición, que solo apela a viejas recetas ya fracasadas en el mundo entero: crudo ajuste fiscal y sustitución del rol del estado por el libre juego del mercado; militarización de la policía; revisión de derechos de los trabajadores y las minorías que el FA ha garantizado.
Cómo lo logramos
Consolidando una organización democrática, participativa y amplia que nuclee a todos los mujeres y hombres que compartan los valores seregnistas. Potenciar una organización que esté al servicio de nuestra fuerza política y de la sociedad en su conjunto, y que sea ágil para responder proactivamente a los desafíos que nos plantea un mundo vertiginosamente cambiante. Es necesario también seguir construyendo una mejor izquierda que tienda puentes e incluya a todas las y los compatriotas comprometidos con el desarrollo, crecimiento y bienestar social, sin importar a qué partido voten o pertenezcan.