ANEP aumentó su ejecución en 27 millones de USD en 2022 en relación a 2021. Sin embargo, la ejecución de 2022 sigue por debajo de la del 2019, en 64 millones de USD.
La comunidad educativa y la opinión pública han aumentado sus preocupaciones sobre la transformación educativa impulsada por el Gobierno y la proyectada de recursos para el Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Existe inquietud acerca de cómo se llevará a cabo esta transformación sin una pantalla adecuada de fondos, así como sobre la falta de recursos para atender cuestiones cruciales como la salud mental de los estudiantes y la situación de vulnerabilidad de algunos sectores de la población.
La oposición cuestiona de dónde provendrán los recursos necesarios para la transformación educativa. Si bien se afirma que el CODICEN cuenta con recursos otorgados en presupuestos anteriores, se pone en duda por qué ahora se solicitan 67 millones de dólares adicionales si no son necesarios. Se teme que estos recursos provengan de recortes en otras áreas, lo que podría afectar negativamente a la educación ya servicios vitales para los estudiantes.
Otra preocupación destacada es la falta de inversión en salud mental dentro de la ANEP, a pesar de los informes sobre suicidios en educación media. La necesidad de abordar esta cuestión con equipos multidisciplinarios de psicólogos y la garantía de una alimentación adecuada para los estudiantes en situación de vulnerabilidad parecen no estar siendo atendidas con los recursos necesarios.
Los datos presentados indican que, si bien la ejecución presupuestal de 2022 aumentó en 27 millones de dólares en comparación con 2021, sigue estando por debajo de la ejecución de 2019 en 64 millones de dólares. Además, se revela un recorte acumulado en los recursos asignados desde 2020 de 135 millones de dólares y un recorte acumulado en el gasto ejecutado de 222 millones de dólares. Esto plantea interrogantes sobre cómo se ha logrado esta reducción y qué impacto puede tener en la calidad educativa.
La transformación educativa anunciada por el Gobierno genera preocupación debido a la aparente falta de recursos necesarios para llevarla a cabo. Se critica que se anuncie la creación de nuevos centros educativos cuando, en realidad, se trata de reutilizar las instalaciones existentes con modificaciones curriculares y horarias. Además, se señala que durante el período gubernamental anterior no hubo inauguraciones de ladrillos nuevos, lo que genera incertidumbre sobre el alcance real de la transformación.
El incremento de recursos destinados a la educación es esencial para poder abordar los desafíos y necesidades presentes en el sistema educativo. Además de la construcción de nuevos centros educativos, es fundamental garantizar una formación docente sólida, programas de actualización curricular, acceso a tecnología y recursos pedagógicos innovadores, así como también la atención a la salud mental de los estudiantes, pero parecería ser que el gobierno tiene otras prioridades.