El intendente electo, Mario Beragara, trabaja de manera incesante junto a su equipo en un proceso de transición que culminará con su asunción el próximo 10 de julio.
Desde el primer día en que se conoció el resultado de las elecciones departamentales en que resultó electo como nuevo intendente de Montevideo, el referente del seregnismo uruguayo ha mantenido innumerables reuniones, entre ellas, con el actual jefe comunal, Mauricio Zunino.
Durante el encuentro se planteó cómo trabajar durante estos dos meses previo a la asunción de cargos del nuevo gobierno departamental.
Bergara adelantó que no está dispuesto a perder un sólo día en su objetivo de cumplir con los objetivos planteados durante la campaña, por lo que «hay cuestiones vinculadas al tema limpieza donde se tomarán decisiones rápidas apenas asuma».
En su intercambio con los medios de prensa el flamante intendente adelantó su intención de «avanzar lo más rápido posible» para colocar los «recolectores, los contenedores intradomiciliarios en muy buena parte de los barrios y los contenedores intraprediales en edificios y cooperativas».
Esto va a permitir que se retiren gradualmente los «contenedores de la vía pública», lo que facilitará, a su vez, sacar «un volumen importante de basura» y “ampliar enormemente la utilización de contenedores intradomiciliarios”.
En ese sentido, Bergara se refirió a la delicada situación financiera de la Intendencia de Montevideo (IM) y comentó que “los recursos son siempre el lado corto de la frazada”.
“Hay muchas necesidades y políticas para desplegar, pero en última instancia los recursos condicionan el alcance, la prioridad y la trayectoria de cada política. En este tiempo nos vamos a interiorizar a detalle en la cuestión financiera”, recalcó.